sábado, 19 de marzo de 2016

Visitas Inesperadas

Eran principios de agosto,  Harry ya contaba los días que faltaban para poder regresar a Hogwarts para empezar su cuarto año. En eso Harry era un chico fuera de los común, mas fuera de lo común de lo que ya por si era el ser un mago con catorce años recién cumplidos, si no porque lo que más deseaba era comenzar las clases. No es que le gustase ir a clases ni hacer tareas ni nada de eso (para eso ya estaba su mejor amiga Hermione), es que Hogwarts era su hogar. Más hogar de lo que jamás sería Privet Drive, lugar donde se encontraba en este momento, teniendo como única compañía a su lechuza Hedwig , ya que los Dursley no eran ni eso.

Harry se encontraba haciendo los deberes del colegio aprovechando que ya anochecía y faltaba para que lo llamen a poner la mesa. Últimamente contaba con más libertades que en sus años anteriores debido a la amenaza implícita que generaba en sus tíos la nueva presencia en su vida de su padrino Sirius que el año pasado se había fugado de la prisión mágica (Harry no se tomó la molestia de aclarar su inocencia).

Un llamado lo interrumpió justo cuando iba justo en medio de su redacción de Historia de la Magia con otro de los tantos levantamientos de duendes, que siendo sinceros a Harry ya se les mezclaban los años y los nombres de los revolucionarios.

     ¡Ey! ¡Baja ahora!- era su tío, él solo utilizaba su nombre en casos sumamente extraños, al estar en presencia de personas ajenas a la familia o cuando quería algo de Harry.

Harry dejó sus cosas sobre el escritorio, guardo su pluma, y luego de salir de la habitación bajo lentamente por la escalera, esperando cabrear más a su tío.

           —     ¡Rápido muchacho!

Su voz sonaba desde la sala de estar así que Harry se dirigió hacia allí.

           —     ¿Qué suce…

Dumbledore se encontraba sentado en uno de los sillones, era una escena surrealista, de pasar a un entorno completamente muggle a tener al más grande de todos los magos en su sala de estar.

     Hola Harry, - mencionó mirándolo fijamente desde detrás de las gafas de media luna- perdona por haber venido sin avisar pero es que tenía que encargarme de un par de asuntos antes de venir a buscarte, aunque no creo que cambie en algo la hospitalidad de tus tíos, pero tendría que haberte mandado por lo menos una lechuza.

Harry que había quedado impactado con todo el asunto de pronto puso una expresión más seria, pensando en su padrino y que lo pudieron haber capturado.
   
            —      ¿Buscarme señor? ¿Pasó algo malo?- tomando un tono serio en su voz.

     Por el contrario Harry, te voy a llevar a ver a tu padrino ¿Quieres verlo no?- al escuchar esa frase Harry relajo un poco más el cuerpo, Sirius estaba bien- Y también verás a los Wesley que seguro también tienen ganas de verte. Te lo explicaré más tarde cuando tenga tiempo ahora venga, puedes armar tu valija, está van a ser las vacaciones más cortas en la casa de tus tíos, espero que a ellos no les importe que les robe tu tiempo.- la última parte lo mencionó sonriendo al panorama que generaban sus tíos y su primo que estaban contra la esquina del salón tratándose de mezclar con la pared. Cosa demasiado difícil si se cuenta que entre su tío y su primo tenían un volumen y peso comparables con el de un elefante bebé. Aún así Harry recién se había dado cuenta de su presencia, digamos que la presencia de Dumbledore ya era bastante abrumadora.

Harry en cuanto pudo poner sus cosas en claro quedó en que: Uno, Dumbledore había venido a buscarlo; dos, lo iba a llevar con Sirius y los Weasley (aunque no entendía porque la decisión ya que de la familia solo Ron sabía sobre la inocencia del mismo); tres y último, no tenía que pasar lo que quedaba de vacaciones con los Dursley. Así que teniendo en cuenta sus  prioridades primero se iba y luego preguntaba. Mencionó un rápido <Ya vengo>  y salió corriendo hacía su habitación donde comenzó a colocar todas sus cosas en el baúl que se encontraba abierto a los pies de la cama. En tiempo record ya estaba bajando todas sus pertenencias por la escalera mientras Hedwig lo miraba con cierto reproche por haberla encerrado justo cuando era su hora de salir.

           —     Profesor ya estoy listo, ¿Nos vamos?- entró al salón arrastrando sus cosas.

Dumbledore se levanto solemnemente de donde se encontraba dirigió un asentimiento hacía Harry y volteo hacia los Dursley que seguían agazapados junto a la pared.

     Perdonen mi intromisión, y lamento no poderme quedar a tomar un té con ustedes para hablarle de los progresos de Harry que seguro tendrán ansias de escuchar pero en este momento tengo asuntos urgentes que atender. Así que me despido.

Y así salió por delante de Harry hacia la salida del número 4 de Privet Drive. Harry que se había quedado prendado por lo dicho por el profesor tratando de pensar si lo estaba diciendo enserio o por el contrario estaba siendo sarcástico. Cuando vio que Dumbledore ya había salido completamente reacciono y atinó a seguirlo, sin siquiera voltear a ver a sus parientes.

Tenía tantas preguntas que hacerle mientras caminaban y aún así le resultaba raro tenerlo parado caminando a su lado como una persona más. Cuando ya se habían alejado lo suficiente el director frenó y utilizando un extraño artilugio apagó las luces de la cuadra, quedando a merced de la ahora si cerrada noche.
     ¿Y eso, profesor?- comentó Harry hablando por primera vez y rompiendo el silencio reinante mientras señalaba el apagador.

     Esto Harry, es un invento mío hay solo uno en el mundo, es la segunda vez que lo utilizo en este lugar ahora que lo pienso, pero bueno, ahora toma mi brazo  y no te sueltes, cuando estemos en un lugar seguro te explicaré todo.

Si Harry pensó que la situación no se podía poner más extraña se equivoco, al escuchar las palabras del profesor y ver el brazo que le tendía corroboró que era la noche más extraña de su vida. Lo tomo con una mano dudando pero aún así fuertemente, y se sorprendió (más no se soltó) cuando sintió como si un gancho lo agarrara del centro del estómago y lo hiciera girar sobre sí mismo. En un parpadeo ya se encontraba en otro lugar, frente a una puerta, vieja y negra, pero no pudo ver mucho más antes que el mareo lo hiciera inclinarse y sujetarse a sus rodillas inclinando levemente el cuerpo.

     Me imagino que es tu primera aparición,- Harry lo escuchaba pero no le salían las palabras para contestarle aunque poco a poco el mareo iba cediendo.- Uno se termina acostumbrando, hubiéramos venido de este modo pero así me pareció mucho más rápido. – mientras hablaba el director tocaba la puerta con su varita.- Vamos Harry hablemos adentro aunque te aconsejaría que esperes hasta llegar al salón.- Y abriendo la puerta ahora si completamente, luego de una serie de chasquidos, entro en el lugar. Harry reponiéndose de inmediato para así no quedar como débil enfrente del director pasó tras él.

Se encontraba en un vestíbulo, lo primero que detecto fue el olor a cerrado y como la puerta se cerraba detrás de él. Por delante solo había oscuridad, siguiendo a Dumbledore que iba derecho pasando unas escaleras ayudándose con un Lumos se dirigió hacía una puerta que estaba entornada y por donde se veía un resquicio de luz. Harry al pasar por las escaleras dejo su baúl con sus demás cosas. Luego se apresuro a llegar a donde estaba Dumbledore,  era una habitación, parecía un comedor ya que estaba la mesa con varias sillas alrededor, Harry no pudo apreciarlo demasiado antes de sentir como estiraban de él hacia un abrazo. Era la señora Weasley. No pudo terminar de corresponder cuando un segundo abrazo lo hizo tambalear.

     —     Hola Harry, tanto tiempo ¿Eh?- Y ahí estaba, la voz de su padrino saludándolo.

Harry se separo levemente de él y tomando por el rabillo del ojo las imágenes de Ron y Hermione detrás. No pudo evitar que una sonrisa se le expandiera por la cara.

     No entiendo ¿Qué sucede? ¿Dónde estamos?- las preguntas se le agolpaban en la cabeza mientras seguía viendo a las otras personas que se encontraban en la habitación. El señor y la señora Weasley, los gemelos Fred y George, Ginny, el profesor Lupin, la profesora McGonagall, una chica que tenía el pelo rosa que lo miraba con una gran sonrisa y que al moverse para verlo tiro unas revistas que se encontraban en una mesita, dos chicos de pelo rojo, uno lo llevaba largo y recogido en una colita y el otro tenía la piel bronceada, no tardo mucho en suponer quienes eran: Bill y Charlie los hermanos Weasley que le faltaba conocer.

Al escuchar la pregunta de Harry la cara de Sirius cambió por un momento como si le estuvieran recordando algo desagradable.

     Era mi casa, Dumbledore se contactó conmigo hace una semana para avisarme que debíamos reunirnos  yo le ofrecí este lugar. Ponerla así como está hubiese tomado meses pero digamos que el director parece que tenía prisa, él personalmente se encargo de todos los hechizos de protección y mando una horda de elfos domésticos para que la pongan en condiciones. Probablemente fue un récord hacerla habitable en tan poco tiempo.- Harry veía que mientras Sirius hablaba miraba a Dumbledore como si él también buscara respuestas.

El director que se había quedado escuchando y viendo el recibimiento  no tardo en adelantarse y sentarse en la cabecera de la mesa haciéndoles un gesto a los demás para que tomaran asiento también. Harry al estar cerca del director, quedó entres este y Sirius que se había sentado a su lado y al frente podía ver al profesor Lupin que lo miraba con una sonrisa. Harry que aún no podía borrar la suya propia le correspondió con un asentimiento.

     Bueno,- dijo Dumbledore rompiendo el silencio luego de que todos habían tomado asiento.- todos se preguntaran que es lo que estamos haciendo aquí. Perdonen que solo les haya dicho que nos teníamos que juntar y a otros también les explique la presencia de Sirius en este lugar.- añadió mirando a los señores Weasley-  Es que prefería tenerlos a todos juntos cuando se los explicara. Miren ayer estaba en mi despacho junto a Severus que justo había venido a comentarme sobre unos asuntos cuando aparecieron unos libros sobre mi escritorio como por arte de magia.- todos se mantuvieron en silencio mirando al profesor incrédulos, Harry veía a Hermione que abría y cerraba a boca como aguantándose las ganas de comentar seguramente algo con que en Una Historia de Hogwarts nunca se escribió nada sobre objetos que pueden aparecerse dentro o alguna cosa por el estilo, hasta podía escuchar los engranajes del cerebro que iban a alta velocidad.- Obviamente como seguramente saben no pueden aparecer cosas de la nada y menos dentro del castillo por lo que luego de asegurar que no portaban ningún hechizo peligroso me puse a inspeccionarlos comenzando por una carta que estaba encima de ellos. – el profesor hizo una pausa y miró a todos uno por uno desde detrás de las gafas.- En esta misma decía que los libros eran como una biografía que contaba año por año la lucha contra Voldemort – paso por arriba de los escalofrío que le recorrieron a la mayoría de las personas sentadas en la mesa, mientras Harry rodaba los ojos.- y que nos dice las claves para derrotarlo.

     Pero profesor,-  interrumpió Harry que no había podido mantenerse callado por más  tiempo.- si nos dice las claves para derrotarlo, ¿Porque el escritor de los libros no lo derroto antes que desapareciera si ya sabía cómo hacerlo?

     Bueno, Harry, es que estos libro no es de hace tiempo sino que son del futuro.
Ante estas últimas palabras todos mantuvieron silencio, definitivamente a Dumbledore se le había ido la olla completamente.

     ¿Y como hicieron para mandar estos libros al pasado?- comentó de forma escéptica el profesor Lupin.- Los giratiempos son la única forma de alterar el tiempo y solo pueden volver poco tiempo atrás, y si es como usted dijo los libros cuentan una lucha de años, por lo tanto es un tiempo mucho más avanzado que el nuestro.

Hermione  asentía a todo lo dicho por el profesor como si estuviesen de nuevo en sus clases de DCAO. Y McGonagall como si estuviese por felicitar otorgándole puntos para su casa.

     Exacto Remus, lo mismo pensé en ese momento yo, pero en la carta venía una explicación sobre portales temporales (una teoría muy hablada pero que nadie pudo llevar a cabo) y aún así yo no lo hubiese creído de no ser porque venía detallado el procedimiento realizado. Obviamente al mandar estos libros al pasado cambiarían el futuro y por lo tanto los libros en el futuro no serían enviados, por lo tanto, alguien encontró una posibilidad para que el futuro que nos los envió no sea alterado, si no que se crearía un futuro paralelo.  – dando una fugaz mirada hacia Hermione y esbozando una leve sonrisa- Ellos no ganan nada pero aún así creen que las cosas pueden ser mejores. Aparte tenía información que solo yo sé para comprobar la autenticidad de la misma.

     Entonces, ¿Vamos a leer esos libros Dumbledore? Ante una cosa así, ¿No deberíamos llamar a la orden como en los viejos tiempos?- habló por primera vez la señora Weasley.

Harry se extraño, ¿La orden? ¿Y porque ellos tendrían que hacerse cargo?

     Si, deberíamos, pero en la carta tenía una serie de instrucciones para poder leerlos y entre ellos estaba que las páginas iban a estar en blanco hasta que solo personas de máxima confianza (y tenía una lista de las mismas) estén para escuchar. Yo tampoco estoy contento con que menores tengan que involucrarse pero necesitamos que estén presentes Molly. – y la observó con sus ojos de rayo x como transmitiéndole que sus objeciones no iban a ser escuchadas.

La señora Weasley no comentó nada al respecto pero aún así señaló con sus ojos a su hija menor, Ginny, que recién estaba por comenzar segundo año.

     Si Molly, ella también.- contestó a su muda pregunta- estuve tratando revelar lo que dicen los libros pero aún así no pude, por eso me puse en contacto con Sirius para poder reunirnos en un lugar seguro para todos. Aún así es mejor que vayamos todos a descansar, los elfos pudieron arreglar varias habitaciones y deshacer los diferentes hechizos comunes en las casas de sangre pura como para que puedan acomodarse todo y mañana sí comenzar con la lectura.

Todos hicieron un leve asentimiento, aun shockeados con toda la información recibida. Harry salió de su aletargamiento cuando Sirius pasó su brazo por encima de sus hombros, al levantar la cabeza se dio cuenta que el director ya no estaba.

            —     ¿Y qué dices Harry? Molly preparó una deliciosa cena para todos hoy, ¿No te apetece?

     Si, Harry, cielo, ya te traigo todo a la mesa, ustedes chicos- agregó mirando a sus hijos y a Hermione- vayan a preparar sus cuartos y tú Ron lleva el baúl de Harry a la pieza donde van a dormir.

A Harry no le dio tiempo ni de discutir para llevar él el baúl cuando al frente suyo aparecieron montones de platos con comida. No se había dado cuenta del hambre que tenía hasta que la olió. La comida de la señora Weasley era siempre riquísima. Podía escuchar a lo lejos como Bill y Charle hablaban sobre unos nuevos dragones que recibió este último hace poco mientras salían hacía el vestíbulo para subir por las escaleras.

Cuando Harry subió acompañado de Sirius que le mostraba las diferentes habitaciones no pudo evitar ver la peculiar decoración que tenía la casa (serpientes, mucho verde) y cuando se lo comentó a Sirius pudo ver de nuevo algo que le ensombrecía el rostro,  como cuando te tocan uno de los peores sabores en las grageas. Ahí es cuando le contó como era su familia, todos Slytherin, y como él quiso cambiar con esa tradición. Cuando llegaron a la puerta donde iba a dormir con Ron, su padrino le dijo que seguirían hablando luego y le mostraría el árbol genealógico de una de las habitaciones.

Harry entró al cuarto y se encontró con Ron sentado sobre una de las camas, en la otra ya se encontraba el baúl a sus pies. Sin perder más tiempo saltó a su cama y comenzaron a hablar sobre todo lo ocurrido. Harry le contó cómo lo fue a buscar Dumbledore y Ron contó también como se presentó a su casa para hablar con sus padres, le comentó que Percy no había podido venir porque estaba inmerso en su trabajo en el Ministerio, que Bill y Charlie llegaron enseguida cuando Molly les aviso que Dumbledore quería hablar con todos y cómo junto al señor Weasley habían ido a por Hermione.

Cuando empezaron a cortar las frases por culpa de los bostezos se dieron por vencidos y se acostaron a dormir. Harry no podía dejar de pensar sobre todo, libros, futuro, Dumbledore apareciéndose en Privet Drive, pensó que no iba a poder dormir pero en cuanto no se dio cuenta ya había cerrado los ojos y caído rendido a los sueños.


El desayuno al día siguiente pasó sin sobresaltos (los mínimos que se pueden tener teniendo a los gemelos Wesley en la mesa) hasta que llegó Dumbledore junto a el profesor Snape. Harry al verlo casi escupe el pedazo de tarta que estaba comiendo en ese momento, aunque sea fue casi, no como Sirius que la escupió completamente, ahogándose con una parte.

           —     ¿Qué hace él aquí?

Remus que estaba igual de asombrado pero que no transmitía nada de desprecio hacia el profesor de pociones, ayudaba a Sirius golpeándole la espalda.

     Obviamente estoy por órdenes de Dumbedore, o te aseguro- mencionó arrastrando la voz Snape- este sería el último lugar que pisaría.

Cuando las miradas se intensificaron, el director se removió tomando un hombro de Snape y habló dirigiéndose a todos.

     Creo que ya aclare que los libros venían con una lista con las personas que tenían que estar obligatoriamente en la lectura, es por eso que el profesor Snape está aquí, pero bueno, no perdamos tiempo ¿Empezamos a leer? Podríamos pasar a la sala y sentarnos en los sillones.

Y caminando hacía una de las puertas del comedor desapareció, Harry no tardó en ponerse de pie y seguirlo junto con los demás, estaba demasiado ansioso, aún así ni la presencia de Snape podía amargarlo, sonreía mientras escuchaba mascullar a Sirius detrás suyo.

Al entrar en la sala (que Harry no había podido visitar hasta entonces se encontró con otra habitación también enfundada en colores esmeralda y plateado, con tres sillones de tres cuerpos que rodeaban la chimenea teniendo en medio una mesita circular, pudo observar que arriba de esta ya estaban unos cuantos libros apilados. Se dirigió junto a Hermione y Ron a uno de los sillones de los costados sentándose él en medio de los dos, al que se añadió Ginny porque sobraba lugar sentándose junto a Ron. En el del centro ya se encontraban los tres profesores sentados como si estuviesen en el gran comedor (le resultaba igual de raro ver a McGonagall y a Snape fuera del colegio como le había resultado raro verlo a Dumbledore). Los señores Weasley se sentaron junto con Bill en otro. Dumbledore que había reparado en la falta de asientos agregó dos más de tres cuerpos cerrando apretadamente el círculo. Quedaba claro que si alguien quería utilizar la red Flú iba a tener que saltar sobre alguno de ellos. Por suerte la sala era lo bastante amplia para que cinco sillones de tres entren, Harry pensaba que en Privet Drive no habrían cabido ni dos de estos. En el sillón de junto al que estaba sentado Harry se sentaron Sirius junto a Remus y Tonks. Dejando el último para los gemelos Weasley y Charlie.

Dumbledore que había estado esperando que todos se terminen de acomodar carraspeo y agarró el primer libro de la fila, lo único que se veía de él era una cubierta negra de cuero.

     Este libro supuestamente es de este año, ósea lo que va a transcurrir los meses siguientes. Creo que tendríamos que comenzar rápido con la lectura para que no transcurra nada que podamos evitar. Las palabras irán apareciendo mientras se lean en voz alta con la presencia de todos. Bueno, sin más que decir yo comienzo.- Y cuando abrió el libro en su regazo Harry pudo observar como unas letras negras aparecían aunque no podía llegar a leerlas. Lo único que escucho fue un ruido proveniente de Snape como si algo le desagradara completamente.


           —     Bueno, el título del libro es Harry Potter y el cáliz del fuego. 

2 comentarios:

  1. OI sou do Brasil. Amo esse tipo de fanfiction. E um prazer quando encontro uma tão bem escrita, Vou torcer para você conseguir escrever todos os livros.

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    1. Gracias! Yo también lo espero, ahí subí unos pares más. Ando atrasada por la Universidad, pero no lo voy a dejar. Saludos a Brasil desde Argentina!!

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